elecciones 2009 Los conselleiros de Feijoo renunciarán a sus escaños para volcarse en la Xunta
La supresión de tres de las 13 carteras actuales obligará a concentrar las competencias y a incrementar la gestión
El líder del PPdeG exigirá plena dedicación a los miembros del futuro Gobierno
El tijeretazo anunciado por Alberto Núñez Feijoo para que su compromiso de austeridad en la gestión se visualice en el propio organigrama de la Xunta obligará a los conselleiros del futuro Gobierno a renunciar a sus escaños en el Parlamento. Como ya avanzó en la campaña electoral, el próximo presidente quiere que los miembros del Consello de la Xunta tengan dedicación a tiempo completo a unos departamentos que verán incrementadas sus competencias por la redistribución de funciones resultante de la reducción de consellerías.
El recorte de las trece carteras del Ejecutivo bipartito a un máximo de diez -que, acompañado de la prometida rebaja de la nómina de altos cargos, reportaría un ahorro estimado para las arcas autonómicas de 3 a 5 millones de euros anuales- propiciará que algunas consellerías asuman la gestión de otras. Esa fusión de carteras, que Feijoo aún está madurando, cuenta con un precedente en el último Gobierno de Zapatero, que prescindió de Agricultura para concentrar sus competencias en el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino. El bipartito siguió el criterio contrario, por ejemplo, al desgajar Vivenda de Política Territorial y configurar una consellería con las funciones que gestionaba el Instituto Galego de Vivenda e Solo. Una de las opciones que baraja el PP es integrar Medio Ambiente en Política Territorial.
La primera consecuencia práctica del plan de austeridad en el que Feijoo llegará envuelto a la Xunta será el acceso al Parlamento de candidatos que el domingo se quedaron a las puertas de obtener el acta en las urnas. En esa liberación de escaños también incidirá el número de conselleiros sin vinculación orgánica con el PP a los que el futuro presidente, tal como anticipó, busque acomodo en el Consello de la Xunta. Una vez constituida la nueva Cámara y con la octava legislatura en marcha, el segundo impacto será la liquidación de la que ha sido una imagen habitual del mandato de la coalición PSOE-BNG, con las carreras de los conselleiros para llegar a tiempo a las votaciones en O Hórreo y con órdenes del día sincronizadas para facilitar que puedan conciliar su trabajo de gestión en la Xunta con sus deberes como diputados.
De 52 delegados a 5
Además del ajuste en el número de carteras, Feijoo también modificará el mapa administrativo del Gobierno con la supresión de 47 de las 52 delegaciones provinciales de las distintas consellerías. Quedarán una por provincia y una quinta en Vigo. Serán menos centros de poder, pero tendrán una capacidad mucho mayor que los actuales.
Las propuestas para una Administración «máis áxil, eficaz e coordinada» incluyen eliminar el 40% de los altos cargos de la Xunta. Algunos de los que ahora llaman a Feijoo para preguntar por lo suyo se quedarán sin la respuesta que esperan.
La supresión de tres de las 13 carteras actuales obligará a concentrar las competencias y a incrementar la gestión
El líder del PPdeG exigirá plena dedicación a los miembros del futuro Gobierno
El tijeretazo anunciado por Alberto Núñez Feijoo para que su compromiso de austeridad en la gestión se visualice en el propio organigrama de la Xunta obligará a los conselleiros del futuro Gobierno a renunciar a sus escaños en el Parlamento. Como ya avanzó en la campaña electoral, el próximo presidente quiere que los miembros del Consello de la Xunta tengan dedicación a tiempo completo a unos departamentos que verán incrementadas sus competencias por la redistribución de funciones resultante de la reducción de consellerías.
El recorte de las trece carteras del Ejecutivo bipartito a un máximo de diez -que, acompañado de la prometida rebaja de la nómina de altos cargos, reportaría un ahorro estimado para las arcas autonómicas de 3 a 5 millones de euros anuales- propiciará que algunas consellerías asuman la gestión de otras. Esa fusión de carteras, que Feijoo aún está madurando, cuenta con un precedente en el último Gobierno de Zapatero, que prescindió de Agricultura para concentrar sus competencias en el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino. El bipartito siguió el criterio contrario, por ejemplo, al desgajar Vivenda de Política Territorial y configurar una consellería con las funciones que gestionaba el Instituto Galego de Vivenda e Solo. Una de las opciones que baraja el PP es integrar Medio Ambiente en Política Territorial.
La primera consecuencia práctica del plan de austeridad en el que Feijoo llegará envuelto a la Xunta será el acceso al Parlamento de candidatos que el domingo se quedaron a las puertas de obtener el acta en las urnas. En esa liberación de escaños también incidirá el número de conselleiros sin vinculación orgánica con el PP a los que el futuro presidente, tal como anticipó, busque acomodo en el Consello de la Xunta. Una vez constituida la nueva Cámara y con la octava legislatura en marcha, el segundo impacto será la liquidación de la que ha sido una imagen habitual del mandato de la coalición PSOE-BNG, con las carreras de los conselleiros para llegar a tiempo a las votaciones en O Hórreo y con órdenes del día sincronizadas para facilitar que puedan conciliar su trabajo de gestión en la Xunta con sus deberes como diputados.
De 52 delegados a 5
Además del ajuste en el número de carteras, Feijoo también modificará el mapa administrativo del Gobierno con la supresión de 47 de las 52 delegaciones provinciales de las distintas consellerías. Quedarán una por provincia y una quinta en Vigo. Serán menos centros de poder, pero tendrán una capacidad mucho mayor que los actuales.
Las propuestas para una Administración «máis áxil, eficaz e coordinada» incluyen eliminar el 40% de los altos cargos de la Xunta. Algunos de los que ahora llaman a Feijoo para preguntar por lo suyo se quedarán sin la respuesta que esperan.